Estudiantes tenía uno de esos partidos que había que ganar como sea. No importaba hacerlo jugando bien o manejando la pelota. Por eso, cuando Gastón Fernández colocó el 2 a 1 final, el Pincha no dudo en retrasarse unos metros y defender con alma y vida el arco que protegía Agustín Orión.
El Rojo presentaba un equipo con muchos juveniles debido a que en la semana tiene que disputar el partido de ida de la final de la Copa Sudamericana. Los jóvenes jugadores mantuvieron un juego ordenado, con pases cortos y precisos y con una posesión de pelota mucho mayor a la que tuvo su rival.
Con el ingreso de Patricio Rodríguez en el comienzo del segundo tiempo, Independiente encontró su mejor nivel. El 10 fue el conductor de los ataques del equipo de Avellaneda, quien consiguió el empate parcial al minuto de iniciado el complemento. Cuando el Rojo estaba cerca de dar vuelta el marcador, con un Estudiantes que carecía de jugadas ofensivas, el Pincha encontró el gol que le dio la victoria. El partido se ponía 2 a 1 y el puntero estiraba la ventaja a 5 puntos, que lo mantiene arriba de Vélez.
El conjunto de La Plata no tuvo un buen rendimiento y encima sufrió la expulsión de uno de sus mejores jugadores, Enzo Pérez. Estudiantes tendrá que comenzar a reparar las falencias que tiene a la hora de atacar, algo que con la ausencia de Pérez en la fecha que viene será un tema muy complicado.
Por su parte, Independiente jugó pensando en la Copa Sudamericana y a pesar de la derrota, deberá rescatar lo positivo. Los pibes del Rojo tuvieron una buena actuación y Patricio Rodríguez, quien no pudo asentarse en la Primera División todavía, jugó un muy buen partido e intentará poder, de una vez por todas, establecerse como el enganche titular de Independiente.