Sir Bobby Charlton

    En la década del 60 se pudo a ver a un gran futbolista como Bobby Charlton. Con su habilidad, su precisión y su visión de juego llevó a Inglaterra a ganar la Copa del Mundo de 1966. Es el máximo goleador de la historia del Manchester United y fue el que bautizó al Old Trafford como el Teatro de los Sueños. Está catalogado como el mejor jugador de la historia de su país. También, es un sobreviviente a la tragedia de Munich, la cual se dio cuando el avión que trasladaba al plantel de los Diablos Rojos se estrelló en el aeropuerto de Munich-Reim y en el cual murieron 8 futbolistas. En 1994, la Reina Isabel II del Reino Unido lo nombró Sir.

El líder del Fútbol Total

Los años 70 fueron tan buenos futbolísticamente como los 60. En 1974 apareció un equipo impresionante que pregonaba el fútbol total. La Naranja Mecánica llegaba para hacer historia. De la mano de Johan Cryuff, Holanda llegó a la final del Mundial que se disputó en Alemania Federal, campeón de dicho torneo. Cryuff es uno de los mejores jugadores de la historia y es, según la FIFA, uno de los cuatros mejores del Siglo XX, junto con Diego Maradona, Alfredo Di Stéfano y Pelé.

Michel Platini

  
   Michel Platini tuvo su momento cúlmine en la década del 80. Según la IFFHS es el mejor jugador francés del Siglo XX. Con una habilidad y una visión de juego impresionante, Platini llevó a la Juventus a ganar el campeonato del mundo frente a Argentinos Juniors, un partido que se definió por penales. El 10 había marcado uno de los dos goles de su equipo durante el encuentro. Con la selección francesa ganó la Eurocopa y nunca pudo hacerce con la Copa del Mundo. Hoy, es el presidente de la UEFA.

El Mago Zizou

La década del 90 no iba a ser buena para Argentina. Pero el mejor de esa década fue otro francés, Zinedine Zidane. Un jugador magistral, increíble, tan grande que llevó a Francia a ganar su único Mundial en 1998. Sus toques conmovían al mundo entero y su pegada estremecía a los aficionados. Inolvidable el gol que le hizo de volea al Bayern Leverkusen en una final de la Champions League jugando para el Real Madrid.

El enganche de la fecha: Giovanni Moreno

       

         Luego de una fecha de escaso nivel futbolístico, Estudiantes continúa como único líder del campeonato luego de empatar con Vélez. Boca igualó también con Independiente y River no se sacó ventaja con Racing en el Monumental. La Academia estuvo cerca de llevarse los 3 puntos, algo que no logra desde el Clausura 2006, pero ante la falta de peso ofensivo o de eficacia ante el arco no pudo lograr una victoria. La figura del conjunto que dirige Miguel Angel Russo fue el colombiano Giovanni Moreno. Gio fue la manija del equipo y convirtió el único gol de Racing.

          El enganche colombiano ya comienza a mostrar sus dotes de jugador distinto. Llegó a la Academia como una estrella y está cumpliendo con las expectativas. Si no juega, el equipo de Avellaneda lo siente y mucho. Es el cerebro y puede resover partidos en situaciones incómodas. La gente de Racing ya lo ovacionó con el famoso: "Ole, ole ole ole, Gio Gio". Se está gestando un nuevo ídolo en la institución y en la semana se lo comparó con Rubén Paz. "Yo quiero hacer mi propia historia", contestó rápidamente.

         Un jugador impresionante, el cual abastece a sus compañeros con pases como el que le dio a Bieler el sábado. Además de ello, tiene gol. Ya convirtió 5 veces para la Academia en 8 partidos disputados. También, sabe aprovechar su contextura física. En general los altos no juegan como los de baja estatura. Pero Gio, con su 1,90, tiene un manejo de su cuerpo y lo utliza muy bien, como el sábado cuando antes de rematar para hacer el gol, saco con el cuerpo a Arano.Un potente disparo cruzado, que se metió en el palo derecho de Juan Pablo Carrizo.

         Muy completo, recién esta empezando pero promete un futuro enorme. Es la figura de Racing, un jugador que el conjunto de Avellaneda no estuvo acostumbrado a ver en los últimos años. El fútbol argentino tampoco, ya que cada vez son menos los habilidosos. Esperemos que se quede en el país mucho tiempo y no, que cuando se esté comenzando a disfrutarlo se lo lleven.

La ausencia de los cerebros

     

          Vélez y Estudiantes se enfrentaron en el Amalfitani en lo que iba a ser el partido del campeonato. El encuentro finalizó 0 a 0 y el nivel futbolístico no cumplió con las expectativas que se habían generado en la semana anterior. El Fortín extrañó demasiado a Maxi Moralez, el enganche y cerebro del equipo mientras que Estudiantes no pudo superar la ausencia de Juan Sebastián Verón, el mayor referente que tiene el Pincha dentro del campo de juego.

         Todo parecía indicar que íbamos a ver un gran partido de fútbol. Los dos mejores equipos del país se enfrentaban para decidir el futuro del campeonato. Estudiantes, líder a 3 puntos de Vélez, tenía que ir a Liniers. En ambos equipos no iban a poder estar los dos creadores de fútbol, Moralez y Verón.

         Desde los primeros minutos, el conjunto de Alejandro Sabella se plantó en la cancha a esperar al Fortín. Con una línea de cinco defensores y un Braña incansable, defendía con uñas y dientes cada pelota que caía en su propio campo. Por su parte, Vélez mostró la escasez de reemplazantes de Maxi. En su lugar jugó el juvenil Ricardo Alvarez, pero no pudo hacerse cargo de la pelota y de la presión que eso conlleva. El conjunto de Gareca abusó del pelotazo en busca del uruguayo Santiago Silva quien tampoco tuvo una buena noche y en el mano a mano con Leandro Desábato salió perdiendo.

        Estudiantes hizo el partido que había planeado. Fue en busca del empate y a cinco minutos del final casi lo gana mediante una pelota parada, si Barovero no hubiese respondido de la forma espectacular que respondió. Leandro Benítez fue el reemplazante de Verón. El Chino no tuvo un buen partido y esto influyó en el poco peso ofensivo que tuvo el Pincha. Ante la ausencia de la Bruja, el equipo que dirige Sabella fue mucho menos vertical e inteligente. Le cedió la pelota a un Vélez inofensivo y falto de ideas.

        Se notó mucho la falta de los dos volantes creativos. En Vélez el que más sufrió la ausencia del Enano fue Juan Manuel Martínez. El Burro no tuvo muchas apariciones en el encuentro y lo único que hizo fue llegar reiteradas veces al fondo y tirar el centro, incómodo, a las manos de Agustín Orión. Le faltó un compañero con el cual asociarse y crear buenas jugadas. Emiliano Papa también no tuvo la importancia que suele tener en el ataque del equipo de Liniers. El lateral izquierdo es uno de los generadores de jugadas ofensivas por la banda pero ayer no participó demasiado.

         El empate le sirve mas a Estudiantes pero Vélez todavía sigue en la lucha del torneo. Ambos tendrán que comenzar a buscar como sobreponerse ante la ausencia de sus dos mejores jugadores.

El enganche de la fecha: David Ramírez

    

           Durante el último fin de semana se disputó la fecha 11ra del Torneo Apertura. En los 10 partidos jugados se convirtieron 25 goles. Un promedio de 2,5 anotaciones por encuentro. El partido de la fecha lo protagonizaron Godoy Cruz y River en el Estadio Malvinas Argentinas. El choque finalizó igualado en dos y cualquiera lo pudo haber ganado. Al final de dicho encuentro hubo quejas por parte de la visita ya que, Federico Beligoy, el árbitro del partido, anuló un gol lícito del Millonario en la última jugada. La figura de la cancha fue David Ramírez, el enganche del Tomba, a quien Omar Asad lo vio por primera vez cuando el Mago se enfrentó a Vélez defendiendo los colores de la Unión Española de Chile.

    En el 2009, la Unión Española vino a la Argentina para disputar los octavos de final de la Copa Libertadores frente a Vélez. Sorpresivamente, el conjunto trasandino mostró un nivel muy bueno y el cerebro de dicho equipo era David Ramírez. En ese momento, Asad era técnico de las inferiores del Fortín y posó los ojos en el enganche argentino. Cuando el Turco llegó a Godoy Cruz, uno de los pedidos exclusivos era Ramírez.

     Anoche, River estuvo arriba en el marcador dos veces pero el Tomba supo igualarlo. En ambas ocasiones participó el Mago. Marcó el primer gol y en el segundo asistió de una manera fabulosa a Carranza quien definió de media vuelta. "Es el mejor jugador de la actualidad en el fútbol local", había declarado Juan Román Riquelme, ídolo del enganche del equipo mendocino. Es el que maneja los tiempos de uno de los mejores equipos del campeonato.

            Cuando River se puso 2 a 1, Angel Cappa, DT millonario, automáticamente mandó a la cancha al peruano Josepmir Ballón y sacó a Leandro Caruso. El conjunto de Núñez quedó con un doble cinco conformado por el mismo Ballón y Acevedo, y con un punta sólo, Mariano Pavone. Tal vez, Cappa quería ganar el mediocampo y cerrar el partido, controlando al cerebro del Tomba, pero en una buena jugada entre Jairo Castillo y Ramírez y una habilitación excelente del Mago para Carranza, la defensa que había propuesto River se desvaneció.

    Luego del empate, lo pudo haber ganado cualquiera de los dos. Carranza tuvo una clarísima abajo del arco con un Carrizo casi rendido y a Rogelio Funes Mori le anularon un gol, por una supuesta mano que no existió, igualmente el empate es merecido para ambos. David Ramírez fue la figura de la cancha, un jugador que recién a los 29 años se puede mostrar en el país y un jugador que tiene una claridad de conceptos que muy pocos tienen.

Borghi piensa probar con dos enganches

      

         Claudio Borghi, entrenador de Boca, todavía no decidió el once titular para enfrentar a Huracán este domingo. La duda estaría en jugar con dos enganches o con uno. Los dos posibles volantes creativos que estén desde el arranque son Cristian Chávez y Ariel Cañete.

         El "Bichi" ya había probado con dos 10 a la vez pero no le había dado resultado. El "Pochi" compartió partidos con Damián Escudero, aunque el ex-Vélez jugaba de volante por izquierda más que de enganche. Ante la ausencia de Juan Roman Riquelme y la búsqueda incesable del buen juego, Borghi se ve obligado a cambiar la formación, una vez más.

         El paraguayo Gaona Lugo acarrea problemas físicos, por lo tanto le dejaría el lugar a Chávez. Una de las principales carencias de Boca es la creación de juego. A pesar de que le sobran volantes creativos, Borghi no pudo encontrar la forma para que éstos se complementen entre sí. Por eso es que el DT xeneize está pensando en poner de entrada a Cañete y a Chávez para tener más volúmen ofensivo.

         La falta de ideas y la escases de juego colectivo son defectos permanentes en el conjunto de la Rivera. El desabastecimiento a los delanteros, Martín Palermo y Lucas Viatri, es cada vez mayor. Por lo tanto, el ex-entrenador de Argentinos Juniors, intentará nuevamente cambiar de esquema y probar con dos enganches.

Walter Erviti, el enganche más completo

     
           Julio César Falcioni declaró alguna vez que Walter Erviti es el Verón de su equipo, y tiene mucha razón. El 10 del Taladro es el volante creativo cuando el conjunto del Sur ataca y cuando defiende, se ubica de doble cinco. Esto sería un gran acierto de Julio César, quien le encomendó esa tarea. Walter retrocede hasta quedar al lado del volante central y con mucho amor propio apoya a sus compañeros a la hora de marcar. Algo raro de ver en los enganches clásicos quienes están dentro de la cancha para armar juego o comenzar el ataque. En esta posición, Erviti encontró su mejor nivel, el cual lo ubica en los mejores jugadores del fútbol local. Pero en Banfield no es la primera vez que tiene la tarea de defender.

       El día que debutó fue inolvidable para él. No sólo porque comenzaba su carrera como futbolista sino porque también en ese partido, convirtió un gol. En dicho encuentro, Walter vestía la camiseta de San Lorenzo y el rival era Vélez Sarsfield. Oscar Ruggeri lo mandó a la cancha y éste respondió de la mejor manera. El arquero del Fortín era nada más y nada menos que José Luis Félix Chilavert. Desde allí, se empezó a forjar lo que hoy es, un verdadero crack. En el equipo de Boedo comenzó a demostrar también sus dote de defensor. El "Cabezón" lo ubicaba de lateral izquierdo. Walter se acomodó fácilmente a dicha posición y tuvo un buen nivel. Alli aprendió la tarea que hoy le da sus frutos, la marcación.

    Luego de tres años y dos títulos en su vitrina en el equipo de Boedo, emigró al fútbol mexicano. El Monterrey, por pedido de su entrenador en ese momento, se hacía dueño de los lujos del volante creativo. El DT de "Los Rayados" era Daniel Passarella, actual presidente de River Plate. Allí se desempeñó de una manera fabulosa y logró ganarse el cariño de los hinchas.

    Con 28 años, decidió volver al país. Esta vez su destino era Banfield. El Taladro se encontró con el mejor Erviti. Con experiencia, técnica y mucha inteligencia fue una de las figuras del Banfield campeón. Es un jugador clave para el equipo de Falcioni. Maneja los tiempos y no tiene ningún inconeniente en tirarse al piso para recuperar una pelota. Aunque esta característica no es la que mas lo describe como jugador, es una de las cualidades que se le atribuye a un enganche que se diferencia de los demás.

  

Russo no definió al reemplazante de Moreno

   

        Miguel Angel Russo, entrenador de Racing, todavía no decidió quien reemplazará a Giovanni Moreno, el enganche y figura de la Academia. El conjunto de Avellaneda viene de golear 3 a 0 a Huracán y el domingo tiene que enfrentar a Independiente. La duda está entre Brian Lluy o Bruno Zuculini

        En las últimas fechas pareció que Racing había encontrado el fútbol que había estado buscando por mucho tiempo. Uno de los mayores responsables fue el colombiano Giovanni Moreno, quien no podrá estar el domingo en el clásico porque tiene un compromiso con su selección. Autor de un gol en la fecha pasada, Gio se había apoderado de la creación del equipo de Russo.

      "Tengo sentimientos encontrados", había declarado el enganche colombiano cuando supo que no iba a estar en el esperado encuentro. "El clásico es el partido que todos quieren jugar", había expresado el 10 de Racing, con un tono de tristeza en sus palabras.

     Los dos posibles cambios son de características distintas a Moreno. A diferencia del cafetero, Lluy y Zuculini suelen atacar más por las bandas que por el medio y no tienen cualidades de volante creativo clásico. Brian tiene una mínima ventaja ya que Zucu estuvo con el Sub20 y, tal vez, presenta algún síntoma de cansancio.

    El choque entre los dos grandes de Avellaneda será el próximo domingo a las 14:10, en el Libertadores de América. El arbitraje dependerá de Pablo Lunati.

El fútbol de ayer y hoy

Cada fecha que transcurre se cuestiona el bajo nivel técnico en el fútbol local y sus distintos puntos de vista. Trabajadores del barrio Villa Crespo dieron su parecer sobre los cambios que sufrió el fútbol a lo largo de los últimos años y los encargados de generar juego: los enganches.

“El mejor número 10 es Riquelme y el único. Cuando vuelva, Boca va a mejorar”, expresó Fernando, quien atiende en un kiosco en la calle Camargo. También habló sobre la falta de interés, por parte de los entrenadores infantiles, de formar a los jugadores. “Yo tengo a mi chico jugando y les enseñan a ganar y nada más. He oído a técnicos que les pedían a nenes de 10 años que tiren codazos”, sentenció Fernando y en su rostro mostraba indignación.

Sobre la calle Malabia se encuentra un local de ropa, en el cual atiende Pablo, un fanático de su tocayo Aimar. “Cada vez se juega menos y se pega más. Muchos juegan con doble cinco que es más para defender que para atacar”, comentó el seguidor del Payaso.

“A mí me gustaba Martino que jugaba en San Lorenzo, Sanfilippo, pero ya no hay jugadores como esos”, declaró Antonio, un anciano que en sus ojos demostraba nostalgia por el fútbol de antes. Fútbol era el de antes parecía decir con sus gestos. Luego criticó a los dirigentes locales quienes se encargan de vender a los jugadores con muy poca edad. “Surge un pibe y lo venden. En el fútbol de antes no había una Italia, una España, una Inglaterra. Hoy ya no hay un buen número 10, todos son de mediocre para abajo”, exclamó Antonio y dejó en claro su descontento con el nivel actual.

Por último, Oscar Silva, mozo de un bar de la calle Acevedo, continuó con el malestar general por la escasez de futbolistas habilidosos. “Los valores que surgen se venden. Salvo Vélez o Lanús, a los demás les interesa el ahora”, declaró Oscar con un tono de rabia. Fanático del buen fútbol, como se autodefinió, dijo que el dicho deporte antes era más técnico y hoy es más físico lo que provoca que el nivel sea cada vez peor.

La pérdida del nivel futbolístico

         Esta noche arranca la novena fecha del Torneo Apertura 2010. Durante el último fin de semana se convirtieron nada más que 13 goles en los 10 partidos disputados, lo que manifiesta una clara falta de volúmen ofensivo. Esta carencia no sólo es responsabilidad de los denominados goleadores o de los delanteros sino también de los encargados de crear el juego dentro de la cancha y abastecer a los de arriba.

       El fútbol argentino se desprestigió en los últimos años en dos aspectos importantísimos. El primero es en querer ganar sin importar cómo. Todos saben que jugando bien es el camino más facil para llegar a la victoria. Pero hay que recordar que el camino que te lleva a jugar bien es el más dificil. Los técnicos cada vez tienen menos herramientas para diagramar un buen equipo. Los jugadores deambulan en los clubes y la mayoría duran, como mucho, dos temporadas en la misma institución. Esto se debe a las aspiraciones del futbolista de crecer, de querer ir a un club más grande, del anhelo de emigrar al Viejo Continente o a la urgencia del club de vender y ganar dinero.

     El enganche, el habilidoso, se destaca sobre el resto por tener esa cuota de técnica que lo hace distinto. Pero no creo que sea beneficioso para él jugar en un fútbol donde se corre, se mete, se corta y ya casi ni se juega. El número 10 necesita socios para elaborar las jugadas y en casi todos los equipos locales, la mayoría de los mediocampistas son recuperadores y no creadores. El nivel local es de medio para abajo. Se piensa mucho más en el arco propio que en el rival. En lo que va del torneo no han habido partidos atrapantes y si los hay es porque se raspa demasiado y no por el nivel de juego. En Europa no se presiona tanto como acá, y el mediocampo es como un pasaje que une un área con la otra, ya que casi ni se juega en dicha zona. En cambio, en el campeonato local, en general, el equipo que gana el partido es el que gana la mitad de cancha. 

     Una muestra fehaciente del cambio de ideología en el fútbol es el reemplazo del enganche por el doble cinco. Antes de que aparezca esta nueva moda, el volante central jugaba sólo y recorría horizontalmente el campo de juego recuperando y cortando, mientras que el volante creativo se movía delante de él y detrás de los delanteros, casi siempre iniciando el ataque. Pero en los últimos años muchos técnicos decidieron retrasar al 10 y ubicarlo al lado del cinco. Una modificacion íntegramente pensada para defender con mayor cantidad de jugadores.
    
    El conservadurismo de los DT se debe a la carente tolerancia que tienen no sólo los hinchas sino también los dirigentes. Aquí está el segundo aspecto que perdió el balompié. El fútbol argentino no conoce lo que es la paciencia. Muchos dirigentes elogian a clubes como Lanús, Estudiantes de La Plata o Vélez por su gran labor institucional pero en su propio club actúan de manera contradictoria con sus palabras. Les interesa más ganar ahora, que pensar en un proyecto de acá a cinco años. Se desprenden rapidamente de los cracks juveniles para tener dinero en el momento sin imaginar un futuro próspero.