lunes, 6 de septiembre de 2010

La pelota del Mundial

 



      Muchas cosas, ajenas al jugador, pueden influir en el rendimiento de éste. El estado del campo de juego, el clima, el viento, la gente, pero lo que mas modificó el nivel de los futbolistas durante el Mundial de Sudáfrica 2010, según los mismos protagonistas, fue la pelota. La Jabulani fue diseñada por Adidas especialmente para que se utilice en la última Copa del Mundo. Rápidamente, el balón, fue el centro de todas las críticas no sólo por parte de los delanteros y los volantes ofensivos sino que también los arqueros reprobaron la utilización de la redonda y el poco peso de la misma.

      Decían que la pelota era muy liviana y en los remates de larga distancia hacía un pequeño zig-zag en su recorrido, lo que dificultaba el trabajo de los jugadores y de los porteros. "Es para que haya más goles", dijo Sergio Romero, arquero de la selección argentina. En dicho certamen se anotaron 145, un promedio de 2,27 por partido. El último recuerdo que se tiene sin la Jabulani, es en Alemania 2006. En ese Mundial, se convirtieron 2 goles más que en el último.

      El guardameta campeón del mundo, Iker Casillas, también dio su parecer sobre la pelota. "No sólo se quejan los arqueros, también los jugadores de campo. Parece una pelota de playa.", expresó con firmeza el número 1 español.

      Uno de los pocos que no se vio fastidioso con el balón, o aunque sea no lo manifestó, fue Wesley Sneijder. El enganche holandés fue de lo mejor que se vio en la Copa y anotó 5 goles. Opacado un poco por la figura de Arjen Robben, Sneider fue el enlace que necesitó Holanda para unir a los sólidos y recios defensores, con los habilidosos atacantes.

      El enganche japonés, Keisuke Honda, tampoco tuvo ningún inconveniente con el esférico e hizo un gran Mundial. Por no tener el marketing de otros jugadores, quedó relegado y a la sombra de algunos que tuvieron un nivel inferior al de él. Honda, comenzó como enganche y terminó jugando como delantero en la Copa. Fue la figura de Japón, que llegó a cuartos y quedó en la historia.

      A pesar de que la Jabulani fue duramente criticada por jugadores de casi todos los países, hubo uno que le sacó provecho a la situación. Diego Forlán, delantero y enganche uruguayo, supo utilizarla para su favor y así llevó a la selección charrúa al cuarto puesto. El delantero del Atlético de Madrid completó un Mundial impresionante. No sólo jugó en su posición habitual de delantero sino que también, cuando el "Maestro" Tabárez lo necesitó un poco mas retrasado, como un enlace para abastecer a Suárez y a Cavani, Forlan obedeció y cumplió su labor a la perfección. Fue premiado por la FIFA como el mejor jugador del certamen.

     Por último, España no tuvo muchos problemas con la pelota, debido a que el juego del campeón del mundo se basa en pases cortos, precisos y de pequeño recorrido de la pelota. Sin pelotazos, con el balón de un lado al otro, la Jabulani estaba mansa en los pies de los españoles. No fue por esto que España se consagró el mejor de todos sino por su buen juego y su inteligencia. Andrés Iniesta y Xavi Hernández, los dos armadores, se mostraron cómodos dentro del terreno de juego. A Iniesta no le perjudicó la liviandad del balón cuando, con un derechazo de volea, puso el 1 a 0 para que el conjunto hispano festeje su primer Mundial.

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